¿Qué hacer ante una avería doméstica?
Se me ha estropeado la lavadora, nevera u otro electrodoméstico y no sé qué hacer o a quién acudir
Se ha ido la luz en casa, ¿qué hago hasta que se solucione?
No tengo agua caliente en casa, ¿a quién llamo?
4 Pasos para Resolver Averías en el Hogar
A pesar de que intentemos dotar nuestro hogar de un buen sistema eléctrico, de electrodomésticos de calidad o de un suministro adecuado, raro es el caso de una vivienda que no haya experimentado nunca un problema técnico inesperado.
Por lo general, este tipo de problemas no suelen ser graves ni acarrean riesgos, sin embargo, saber gestionarlos es imprescindible para lograr solucionarlos con rapidez y sin molestias.
Para ello, es imprescindible buscar servicios de asistencia técnica, pero además, es importante tener en cuenta una serie de precauciones que debemos aplicar mientras dichos servicios no llegan a nuestro domicilio.
Índice de Contenidos
Contactar con tu seguro de hogar
Mucha gente no lo sabe, pero el seguro de hogar cubre muchas averías, o como mínimo asistencia por parte del servicio técnico, incluso en problemas técnicos como la reparación de electrodomésticos que se han estropeado.
Es por ese motivo que, si estás de alquiler, es más que recomendable contratar un seguro de hogar que cubra contenido, además de responsabilidad civil; ya que a pesar de que el seguro de continente (paredes, instalación eléctrica) lo cubre el dueño del inmueble, si se estropea algún electrodoméstico en casa es posible que tu seguro te cubra la asistencia, lo cual es muy útil para saber si es reparable o no, y ahorrarte así la visita de un técnico que difícilmente bajará de los 50€ sólo por decirte qué le pasa al aparato.
De este modo, la primera indicación que recomendamos, es que ante cualquier problema que tengas en tu casa, llames a tu seguro de hogar para saber si está cubierto por ellos.
Contactar con tu casero (si eres inquilino)
En caso de que estés alquilando una vivienda que no es de tu propiedad, si el problema técnico tiene que ver con el sistema eléctrico, el gas, o el agua; contacta con el propietario de tu piso o con el gestor de la finca para que ellos se ocupen de solucionarlo mediante su seguro de hogar.
Si el problema que has tenido en casa está relacionado con algún electrodoméstico que ha dejado de funcionar, o por ejemplo las persianas se han estropeado, según cómo esté estipulado en tu contrato es posible que si ese electrodoméstico ya estaba en el piso o casa cuando llegaste, esté cubierta su reparación o sustitución por otro nuevo; por lo que te recomendamos también que contactes con el dueño del piso.
La otra opción es echar mano de tu seguro particular, tal y como te indicamos en el primer apartado, si es que lo tienes.
Y si no tienes seguro de hogar o bien no te cubre un técnico o manitas que vaya a revisar lo que le he pasado al tu nevera, lavadora, televisor, etc; la única opción posible es llamar a un técnico experto, valorando siempre primero cuál sería el coste de comprar un electródomestico nuevo, ya que, tal y como te comentamos, los honorarios de los técnicos a domicilio son muy altos y quizás te salga más rentable comprar un electrodoméstico de segunda mano que pagar la factura que te hará el técnico tanto si es reparable o no (o es reparable pero sale más caro que uno nuevo, que suele ser lo más habitual).
Llamar al servicio técnico
Si los trucos anteriores no han resultado, o si no son aplicables al tipo de avería que tienes en casa, ya que la naturaleza del prolema técnico es otra,
Lo más recomendable es, sin duda alguna, contactar con un profesional que pueda ayudar no solo a resolver el problema, sino a garantizar tu seguridad a largo plazo. En esta primera, debemos actuar con rapidez para que el servicio técnico pueda operar cuanto antes.
Una de las maneras para buscar un profesional de manera rápida es hacer uso de un directorio de empresas, donde encontrarás profesionales dedicados desde a arreglar un aire acondicionado a un lavaplatos. Además, haciendo uso de directorios como el de Páginas Amarillas, si el primero de los contactos no puede acudir a nuestra vivienda, tendrás mano un extenso listado empresas y contactos disponibles.
Otra opción es, claro, preguntar a personas de confianza por técnicos que ellos recomienden por sus buenos resultados y precios.
Qué hacer mientras se soluciona
Una vez hayas contactado con el servicio técnico, toca esperar. Sin embargo, durante esta espera y en algunos casos, podemos ir agilizando el proceso reduciendo así mismo los posibles riesgos.
A continuación, detallamos algunos de los casos más frecuentes:
Cuando esto ocurre es importante desconectar la corriente y evitar abrir la puerta del electrodoméstico.
En cualquier caso, si por algún motivo te ves obligado a abrir la puerta de la lavadora, tener la electricidad desconectada será imprescindible, ya que el agua puede salir y mojar tanto enchufes (casi siempre cercanos al suelo), así como otros sistemas como, por ejemplo, regletas y ladrones eléctricos que por lo general están igualmente al nivel del suelo.
Esta avería es una de las más comunes en los hogares. Por lo general, ocurre cuando sobrepasamos la potencia energética que tenemos contratada.
Una de las cosas que podemos hacer es intentar desconectar los electrodomésticos que más consumen (el horno, el lavajillas, la lavadora, etc.) e intentar subir los plomos.
Si no te atreves o si, después de hacerlo, estos vuelven a bajarse, lo más recomendable será esperar a la actuación del servicio técnico.
Esta es una de las averías más molestas y suele estar relacionada con el calentador. Este puede dejar de funcionar debido a su larga edad, por causa de la cal, por una mala conexión de sus piezas, etc.
En algunos casos, tú mismo podrás encontrarle solución reseteándolo (en caso de ser digital). No obstante, a menudo será necesario un técnico.
En este caso es muy importante mantener la precaución, ya que el gas puede ser un gran peligro, pudiendo llegar incluso a explotar y causar numerosos daños, no solo en tu domicilio sino también a nosotros mismos.
Mientras tanto, puedes ducharte en el gimnasio, en casa del vecino, o calentar ollas con agua caliente y rebajarlas con agua fría en una palangana grande.
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