Como «Matar el Hambre»: Prácticas y Productos Naturales

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¿Hay productos y formas naturales de controlar el apetito?

Tengo adicción a la comida, padezco de ansiedad y gula, ¿qué puedo hacer para remediarlo?

¿Cómo puedo matar la sensación de hambre?

Tengo dependencia de la comida busco productos naturales y remedios para controlar el apetito y tener sensación de saciedad.

cómo combatir el hambre y la dependencia a la comida

 

Trucos para controlar el hambre

La sociedad en la que vivimos, la cultura, el contexto familiar, el trabajo, las responsabilidades, las exigencias, las carencias afectivas y de autoestima, las heridas de infancia…

Son muchos los motivos que nos llevan a comer en exceso, y la mayoría son de origen emocional: sentimos un vacío en nuestro interior, un dolor emocional y queremos taparlo, queremos premiarnos… ¿Cómo? A menudo con comida. ¿Sabes por qué? Porque nuestro estómago es donde se alojan nuestras emociones bloqueadas.

En una cultura donde la comida es una convención social, donde asociamos la comida con el amor de nuestra familia y donde en ocasiones los alimentos son una de las pocas que nos podemos proporcionar como fuente de placer instantánea, llevar una alimentación consciente y equilibrada es un pilar muy grande para la estabilidad emocional y mental.

Antes de nada, te advertimos que si padeces un desorden o trastorno alimentario grave, especialmente si se trata de bulimia o anorexia, por favor trates de acudir a algún especialista.

 

Hambre o Ganas de comer: ¿qué hacer en cada caso?

Antes de nada, te pedimos cuestionar lo siguiente cada vez que quieras comer: ¿tengo hambre, o tengo ganas de comer?

Son cosas muy distintas y si te paras un momento antes de reaccionar, podrás detectar de cuál de los dos se trata. Si se trata de ganas de comer, ya sea por ansiedad, gula, o cualquier otro motivo, seguramente de entrada no seremos capaces de controlarlo, pero detectarlo es un primer paso muy importante.

En los siguientes apartados,  te daremos varias ideas para que puedas controlar esas ganas de comer.

Si la respuesta es que tienes hambre, cuando sin embargo acabas de comer hace pocas horas, quizás sea porque la ingesta calórica y el tipo de alimentos que has consumido no son adecuados para tu dieta y tu actividad diaria. O no has comido lo suficiente. Y con actividad diaria, no nos referimos únicamente a la actividad física. La actividad mental y emocional también desgasta nuestro organismo.

hambre o ganas de comer

Uno de los motivos por los que sentimos hambre de forma continuada es porque en la primera ingesta de comida del día no nos hemos sentido realmente saciados. Por este motivo es imprescindible:

  • Comer hasta que realmente te quedes sin hambre
  • Ingerir alimentos saciantes, variados y nutritivos: legumbre con cereal, verduras, frutos secos, fruta.
  • Evitar las harinas, pastas, azúcares y otros alimentos que aportan energía de forma puntual, aportan pocos nutrientes y además son altamente adictivos
  • Masticar bien y comer con pausa, alargando el tiempo de la comida

 

Productos naturales a base de hierbas

Una de las alternativas para ayudarnos a atravesar los momentos de ansiedad, gula o ganas de comer así como cerrar el apetito, son los suplementos naturales a base de hierbas y de otros ingredienes balsámicos, que además son aptos para dietas veganas.

El consumo de estos suplementos y concentrados de plantas o de macrobióticos pueden ayudar a tu sistema digestivo, a equilibrar la flora bacteriana e incluso a rebajar los niveles de ansiedad, de forma que puedas evitar esa falsa sensación de hambre y puedas desviar el foco de la comida en tu día a día.

Estos productos son fáciles de encontrar en internet. Por ejemplo los suplementos de la marca Bioforce A Vogel ofrecen estos beneficios para tu organismo, mejorando tu sistema inmunitario, ayudando a mantener la fortaleza de tus huesos, el estado de tu piel…

Para ampliar información, te recomendamos que pases por nuestro artículo con consejos para tomar complementos alimenticios.

 

Formas alternativas de Alimentarse

Nuestra cultura tiene instaurada una forma de alimentarse concreta, que es, habitualmente, la de hacer de 3 a 5 comidas, a unas horas determinadas y con unos tipos de alimentos considerados ideales para cada una de las mismas.

Sabiendo que no todos iguales, es importante deconstruir esta idea de que hay que comer a ciertas horas y unos alimentos concretos en cada momento. 

Si empiezas a escucharte, a escuchar lo que realmente necesita tu organismo, y a hacerle caso por muy extraño que sea, te darás cuenta de que la ansiedad desaparecerá, porque la obsesión por el control y la restricción alimentaria también lo harán.

ayuno intermitente

Prueba practicando el ayuno un día a la semana, consumiendo únicamente caldo, infusiones, agua con jengibre y limón; y te darás cuenta de que realmente no tienes tanta hambre, que es solo tu ansiedad manifestándose a gritos.

Practica el ayuno intermitente si necesitas comer muchas cantidades de alimento en cada comida. De este modo, reduciendo las comidas por ejemplo a 2 por día, podrás comer hasta que estés bien saciada y sin sentir culpa, ya que habrás suprimido la otra comida; además de estar dejando a tu organismo sus 12 o 16 horas de descanso para hacer sus labores de limpieza y regeneración.

Puedes probar suprimiendo el desayuno, alargando ese momento al máximo; o bien saltándote la cena y yendo a dormir a una hora adecuada. Intenta ser flexible, ya que en ocasiones quizás necesites desayunar o cenar.

Si te das cuenta de que el desayuno para ti es muy importante, permítete desayunar un buen plato de arroz u otro cereal acompañado de legumbre, hummus, verduras… Como si fuera un almuerzo.

Prueba, escúchate y descubrirás qué necesita tu cuerpo en cada momento.

 

Infusiones saciantes

Otra forma de «engañar el estómago», aunque en realidad a quien engañaremos a menudo es a nuestro sistema nervioso, es tomar abundante agua o, mejor todavía, infusiones saciantes.

Algunas de las infusiones más efectivas para sentir saciedad en el estómago son las siguientes:

  • Té verde
  • Cola de Caballo
  • Fucus
  • Raíz de Bardana
  • Té de Java
  • Infusión de Llantén

yerba mate para controlar el apetito

Aunque  nuestra favorita y más efectiva de todas es la yerba mate. A no ser que la consumas con mucha asiduidad, ya que en ese caso, se pierde la efectividad; pero si tomas mate ocasionalmente, notarás muchísimo su efecto saciante, y, no solo eso, sino que también sus propiedades diuréticas, laxantes y energizantes.

 

Flores de Bach o de Calfornia

Otra de las opciones que te recomendamos como apoyo para el control de tu alimentación es acudir a alguien con experiencia en terapia floral para que te elabore un preparado personalizado con Flores de Bach o Flores de California.

Estos preparados líquidos a base de extractos florales macerados en licor (comúnmente cognac) de alta pureza, son gotas que se ingieren debajo de la lengua para su mejor absorción, no son saciantes pero tienen un efecto a corto/medio plazo sobre nuestro organismo a nivel físico y emocional, equilibrando nuestro sistema.

 

Ejercicio y meditación

A menudo, la sensación de hambre aparece por aburrimiento, estrés o ansiedad. Para esos casos una de las cosas más efectivas son el ejercicio físico o la meditación.

Tal vez creas que hacer ejercicio con hambre o incluso en ayunas es perjudicial, pero si lo pruebas, probablemente comprobarás que no es así.

Moviendo el cuerpo, descargamos el exceso de actividad mental. Bajamos a tierra toda la energía eléctrica que genera nuestro cerebro desconectándonos del momento presente, de la realidad corporal. Es por eso que el ejercicio o las prácticas espirituales de contacto con el presente nos ayudan a centrarnos y controlar los desequilibrios generados todos los factores que alteran nuestra mente y a nuestro ego.

Cuando nuestra mente está en calma, cuando nos sentimos plenos y en control de nuestras emociones de forma que no

amor propio para hacer dieta saludable

 

No te culpes ni te castigues: tente paciencia y quiérete

permitimos altibajos en nuestro estado emocional, somos capaces de darnos cuenta de lo poco que necesitamos la comida (si es que normalmente tenemos obsesión o adicción por la misma).

Y es que realmente nuestro cuerpo necesita poco combustible para funcionar, pero la sociedad de consumo en la que vivimos y los niveles de estrés a los que nos somete el sistema, nos lleva a grados de ansiedad y dependencia difíciles de controlar.

Por eso mismo, lo más importantes es que no te castigues, que no te culpes ni te sientas mal contigo mismo por recaer, por agarrarte a la comida como fuente de escape, ya que eso solo hará que te sientas peor y tengas más tentación de rendirte.

Desplazar el foco de la comida, no contar calorías y no obsesionarse, y buscar más bien formas de alimentación que vayan con nuestro estilo de vida es lo más importante para cortar con este tipo de dependencias.

 

 

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